La natación en Australia

 

Se demostró por medio de una encuesta que cerca del 12% de la población de australianos tiene una piscina en su propia casa. Esto es aproximadamente, 2.880.000 piscinas privadas en todo el país.

En otras palabras, la población australiana es fanática de los deportes acuáticos y la natación se considera como una asignatura obligatoria en todas las escuelas, públicas y privadas.

Con la afición de los australianos al agua no es de extrañar que existen muchos medallistas internacionales con esta nacionalidad, como tampoco resulta difícil creer que ha participado activamente en distintas competiciones y juegos a nivel mundial.

Australia y su participación en las Olimpiadas

 

Australia fue uno de los 13 países participantes en la primera edición de los juegos olímpicos, llevados a cabo en Atenas en el año 1896. A partir de entonces envía sus mejores deportistas a participar en cada una de sus ediciones.

Pero este país marítimo no solo cuenta con el privilegio de contar con el oro olímpico, también ha sido sede y anfitrión en dos ocasiones: Melbourne 1956 y Sídney 2000.

Se piensa que la gran tradición australiana y su cultura deportiva, además de los fondos aportados por el gobierno, han hecho posible que sus mejores nadadores hayan recibido los primeros puestos en las últimas cinco ediciones de los juegos olímpicos.

Entre el año 2000 y el año 2008 consecutivamente Australia ocupó el cuarto lugar, pero el número de medallas obtenido fue superior al de años anteriores.

Se estima que el país Australia no ha estabilizado una delegación de más de 400 atletas en cada edición Olímpica, pero no solo en deportes acuáticos, también incluye otras disciplinas deportivas como el hockey sobre césped, ciclismo, remo, equitación y atletismo.

El país donde nacen los campeones

 

Se ubica en lo más alto luego de haber ganado 5 preseas de oro, 3 de plata y una de bronce en la categoría de natación de los juegos de Sydney 2000 y Atenas 2004. Aunque su éxito fue increíble, el joven se retiró luego de cumplir 24 años de edad.

Pero Thorpe no es el único nadador excepcional que ha producido el país, en realidad, Cathy Freeman, también fue protagonista de uno de los momentos más especiales en los juegos organizados en Sydney.

Freeman tenía la especial tarea de encender el pebetero en la ceremonia de inauguración, además, fue el primer atleta de procedencia aborigen que se coronó como campeón olímpico, convirtiendo su participación en todo un homenaje al país australiano.

Esta joven atleta recorrió 400 m planos en un traje enterizo especialmente diseñado para ella. Durante la ceremonia dios la vuelta de honor cargando consigo la bandera de Australia y la bandera que representa los países aborígenes de la nación.

Desde entonces, está escena se convirtió en uno de los momentos más conmovedores para los deportistas olímpicos y el país australiano recibió en esta ocasión más medallas de sus extraordinarios deportistas.